domingo, 30 de enero de 2011

FAMILIA, ESTILOS EDUCATIVOS Y FRACASO

A continuación presento un video de la NIÑA REPELENTE que tantos conocemos, y tanto ratos de risas hemos podido compartir con ella.



Pues bien, tras esta imagen que se nos transmite en los medios de comunicación que para tantos es tan graciosa, existe un trasfondo que en nuestra profesión educativa es muy importante detectar a tiempo para que el menor no caiga en conductas antisociales en el futuro.


Estructuralmente, esta una familia compuesta por un padre, una madre y una hija pequeña. Cuando comienzas a observar cada una de las figuras encontramos una madre con problemas de adicción a pastillas, un padre poco involucrado tanto en el bienestar de su familia frustrado por la falta de recursos económicos y una niña prepotente, vengativa y con mal vocabulario hacia los demás.

Una vez situados, accedo al estilo educativo que los padres desarrollan hacia la niña, y se observa que se dan tanto un estilo permisivo como negligente. La madre no se entiende sobre los problemas que pueda causar la hija, y no toma ningún tipo conducta hacia ella cuando hace algo mal, simplemente no se involucra. Por parte del padre existe quizás algo de interés por la hija, pero sin embargo no ejerce ningún tipo de medida disciplinar cuando su hija hace algo malo y además, no tiene figura autoritaria sobre ella, provocando ello que la hija tenga malas contestaciones hacia ellos y no los tome en cuenta.


Todo ello conlleva a una serie de conductas que ponen en peligro la posterior socialización de la niña en ámbitos fuera de la familia. Me refiero a conductas como no tener un buen trato hacia las personas, evitación cuando se le impone una regla, sobreelevarse por encima de la figura paterna dándole a entender que no tiene autoridad sobre ella, poca comunicación con sus padres en temas que les puedan preocupar, vengativa cuando se le hace algún tipo de riña. Todo ello provoca en la menor un aprendizaje erróneo, ya que existe ausenta de relaciones afectivas por ambas partes. Esto muchas familias no son conscientes de que están sucediendo, y cuando lo hace ya el menor tiene más edad y es más difícil que “desaprenda lo aprendido”. Comienza por ser una maleducada, sigue por rebelarse ante aquellas situaciones que no le convencen y acaba provocando trastornos que hace que la chica lleva a cabo conductas antisociales, y que no pueda integrarse con normalidad en la sociedad.


Desde esta perspectiva quiero decir que este tipo de conductas que se producen en los menores son más fáciles de tratar cuando son más pequeños. A medida que avanzan en edad, nuestro trabajo se entorpece, porque supone para ellos dejar de hacer todo lo que desde pequeños le han permitido. Por lo tanto es muy importante el trabajo paralelo con la familia para que ambos a la vez vayan adquiriendo pautas para modificar la situación a la que se ha llegado. No solo el niño es el objeto de intervención, sino también su familia que es la que le ha ido permitiendo que adquiera e interiorice esas conductas, y comenzar a trabajar también con ellos para que se den cuenta que es lo que ha podido fallar en el proceso, y poder reconducirlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario